miércoles, 7 de noviembre de 2007

Mi amiga... qué sorpresa


Me llamo Carla y después de leer muchos relatos, me atrevo a escribir mi historia. Esto ocurrió hace unos meses, fui de vacaciones a la parcela de una amiga, allí estaban unas primas de ella, sus novios y el marido de mi amiga, yo por mi parte estuve sola esa semana ya que mi pareja llegaría el día viernes.

Cuando llegué, todos ya estaban ahí por lo que, para mi suerte, tuve que compartir la pieza con Daniela y su marido. La primera noche todos nos fuimos a acostar medio ebrios, como yo dormía en un saco al costado de la cama de mi amiga, escuché cómo se la folló Cristian y me ocurrió algo que jamás había imaginado... Ella le decía: “siii, métemelo con fuerza, mete tu dedo en mi culo, quiero que me folles de nuevo con tu amiga, para poder lamerla toda, mételo, eso, así...” Como yo estaba en el piso, no pude ver nada pero me excité al máximo, sentí que mi concha estaba toda mojada y comencé a frotarla con frenesí, en silencio, para no interrumpir, después de acabar, decidí que al día siguiente hablaría con mi amiga.

Nos levantamos temprano, en un momento, todos fueron al pueblo a comprar para el almuerzo, yo le pedí a Dani que se quedara conmigo a lavar lo del desayuno y así fue. Cuando estuvimos solas, le dije lo que había escuchado, parece que ella se avergonzó y fue ahí donde me acerqué y le dije al oído, que me encantaría que jugáramos un rato, ella me miro con una expresión extraña, pero después de unos segundos, tenia su exquisita lengua dentro de mi boca. Fuimos a la pieza, allí nos besamos, comenzamos a sacarnos la ropa, ella tenia unas tetas enormes, su pezón era oscuro y grande, primero lo toqué, luego comencé a chuparlo y sentí cómo se erectaba en mi boca. Ella hacía lo mismo, lamía mis tetas con voracidad, luego comenzó a bajar por mi vientre, sentí el calor de su lengua en mi conchita que chorreaba como nunca, con sus manos abrió mis labios y comenzó a succionar mi clítoris, jamás había sentido algo así, me hizo gritar y vacié mi deseo en su cara.

Dany estaba tan caliente como yo, aún no había visto su concha hasta que la acosté en la cama y la tuve frente a mí, estaba depilada y tenía los labios muy grandes, sobresalían. Sin pensarlo, comencé a rozarlos con mis labios, jamás había estado con una mujer, su olor me hipnotizaba y me tragué sus jugos que sabían exquisitos. Ella gemía, gritaba, me decía más fuerte perra rica… hasta que me tomó con fuerza y me dijo que quería acabar sintiéndome, entonces se puso sobre mi y entrelazamos las piernas y comenzamos a frotar, sus labios grandes envolvían mi conchita y nuestras piernas chorreaban, yo miraba hacia abajo y ella estaba tan excitada que golpeaba su concha contra la mía, de pronto, me dijo que ya no podía más y con un grito dio paso a su orgasmo y el mío, mordí sus tetas que estaban duras y caímos rendidas.

Nos tuvimos que vestir pronto ya que podrían llegar los demás. Después de ese día, nos volvimos más amigas y comenzamos a probar otras cositas, pero esa es otra historia...

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